Etapas
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora."
Eclesiastés 3:1
Reflexión: Todo tiene su tiempo, todo tiene su proceso y evolución. Nuestro Padre mismo nos dice que todo tiene su momento, y sabemos que el tiempo de Dios es perfecto, pero a menudo pese a lo que sabemos de la Palabra de Dios solemos desesperarnos fácilmente, no somos pacientes, queremos que las cosas se hagan de inmediato.
Empezamos con mucha fuerza y energía pero apenas las cosas no se dan de inmediato como lo esperamos perdemos el impulso, la paciencia se nos va agotando y poco a poco nos dejamos ganar por lo que terminamos abandonando todo. Pero si nos ponemos a observar el sentido de la vida todo tiene su proceso, su tiempo, ejemplo de ello lo podemos encontrar en Génesis, Jehová siendo Dios se tomó su tiempo para crear la tierra, no la hizo solo con chasquear los dedos, entonces ¿cómo pretendemos nosotros ser tan soberbios para esperar que todo se nos dé solo con pedirlo o pensarlo?
E incluso Jesús se preparó toda su vida para el momento de su sacrificio, no se saltó ninguna etapa. Es que pongámonos a pensar, cuando a un niño se le da todo cuando este lo quiere ¿cómo se comporta el niño?, como un malcriado que no valora las cosas y que probablemente va a armar un berrinche cuando no se le dé lo que pide y quizás si esta conducta no se le corrige rápidamente, mantendrá esa actitud hasta la adultez.
Nuestro Padre no quiere malcriarnos, cuando pasamos por situaciones difíciles aprendemos de las situaciones, aprendemos a ser pacientes, aumentamos nuestra Fe y una vez obtenemos nuestras metas valoramos más los resultados que obtenemos. Dejemos de ver la gracia de Dios como una obligación, Dios siempre cumple sus promesas, no nos desesperemos, seamos pacientes y aguardemos en el Señor, Él nunca nos va a desamparar. Dios te Bendiga.